Capitulo 1994 Miguel sonri6 levemente, “Es lo que toca.” La mirada de Octase estreché ligeramente, “Aqui no hay nada que tengas que hacer.” Miguel arqueé una ceja, retirando su mano y luego mirando a Alicia, pregunté: “iNecesitas quequede contigo?” Alicia lo miré de reojo, “;Acaso no estas sufriendo tanto como yo en este momento? Mejor vete cuanto antes, tu presencia aquipone de los nervios.” La mirada de Miguel que estaba fija en ella se oscureci6é un poco mas de repente.
Al ver esto, la expresion de Octase volvié ain mas sombria.
Miguel, percibiendo la hostilidad espesa que emanaba de Octavio, apart la mirada.
“No puedo dejarte con esa preocupacion si te preocupas tanto por mi: Asi queiré primero, tienes mi numero, esperaré tu llamada.” “Vale.” Alicia respondié de manera distraida.
En su estado, no tenia energia para tratar con él.
El dolor que le subia por los pies casi le hacia desmayarse.
Pero su reaccién, a los ojos de Octavio, parecia tener otro significado.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtCuando Miguel se fue, Octase senté en silenal borde de la cama, miré a Alicia y luego bajé la mirada a sus pies.
Alicia se encogi6 ligeramente.
Octafue el primero en coger su pierna.
Ella intentd retirarla, pero sintié cémo la presién de la mano de Octase intensificaba.
Finalmente, dej6 que él la ayudara mientras le quitaba los zapatos, subia el dobladillo del pantalén, y le quitaba los calcetines.
Al quitar solo uno, el pie palido deslumbraba, pero el talén estaba ensangrentado, pero de cerca, la piel estaba destrozada.
Al quitar el calcetin, la tela se pegd a la herida, causando un dolor que hizo que a Alicia se le llenaran los ojos de lagrimas involuntarias.
1/3 11:30 Capitulo 1994 Lisandro inhal6 una bocanada de aire frio, Cémo te has hecho esto? ;No sentiste el dolor al principio?!” Octalevanté la mirada y la observé con frialdad.
Alicia inhal6 por la nariz, con una voz temblorosa, “Papa, ahoraduele el pie, y tiestas regafiando. Lo mas probable es que despuésdolera todo el cuerpo.” Octale quité el otro zapato y, con los labios apretados, sostuvo su pie con una expresion sombria.
El médico, casi arrastrado por Marco, entré con su maletin, y al ver la herida en el pie de Alicia, fruncié el cepreocupado.
“Seforita, jacaso usted no detestaba el dolor? ;Cémo no se cuenta de este desgaste?” Mientras hablaba, abrié el maletin y habilmente encontré el antiséptico y las vendas.
“Mafana empiezan las clases, cierto? ;Quizas deberia esperar un poco mas? No tiene necesidad de ir a la escuela en silla de ruedas,” agregé el médico.
Al ver el frasco de antiséptico que tenia en la mano, Alicia parpaded nerviosamente, “¢Podrias alejarte un poco de mi? Overte.” El médico sonrié con una pizca de amargura, “No es quehayas odiado desde ayer, si realmentedetestas, trata de no lastimarte de nuevo.
Dicho esto, giré con una bola de algodén en las pinzas.
Alicia movi6 el pie, intentando recuperarlo, pero Octano afloj6 su agarre.
Ella lo mird y él le devolvié la mirada con una pizca de frialdad, diciendo: “;Crees que estos pies son prescindibles?” El rostro de Alicia palidecié ain més, y en ese momento su aspecto débil se multiplicé por dos en fragilidad.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmOctaaparté la mirada, miré al médico y una vez mas sujeté fuertemente su pie.
Dijo con voz fria, “Péngale la medicina.” “duele!”, grité Alicia.
Octahizo oidos sordos, “jAplica la medicina!” “iPapa!” Lisandro también sentfa dolor por su hija, pero sabia que no podia consentirla ciegamente en esto.
213 11:30 Capitulo 1994 “Tranquila, solo intenta aguantar un poco mas.
Tras decir esto, salié del dormitorio.
“iPapa!” “duele!” T Después de aplicar la medicina, el médico se alisé el cabello desordenado con alivio.
Observando a la chica que seguia sollozando en la cama, sacudid la cabeza resignado.
“No dejes que se moje la herida, si no, la infeccién le dolerd mucho mas. Solo debes tomar una pastilla para el dolor hoy, no puedes debes consumir mas de una.” Alicia continué sollozando en voz baja.
El médico recogi6 su maletin y se fue rapidamente.
Octase levantd, la cargo, dobld sus piernas para sostenerla y con una mano elevé la cobija para volver a acostarla.
Al mirarla de frente, su rostro estaba atin mas pélido que antes, con la frente y la punta. de la nariz cubiertas de sudor, los ojos hinchados y enrojecidos, y el cabello alrededor de sus sienes completamente mojado.
“iTodavia tienes lagrimas que derramar?” La expresion fria de Octano pudo mantenerse al verla en ese estado de desolacion.