La Caída y el Rescate del Amor Novela

Capitulo 1989 El se pegaba a ella con fuerza, con sus grandes manos sujetando las suyas, mientras una pierna la elevaba sosteniendo su cuerpo.

Los besos, que una vez fueron ardientes y apasionados, ahora parecian desviarse su rumbo.

Los besos ardientes rozaban la piel, dejando marcas donde se aferraban con fuerza, cada camy pausa los guiaba en una direccién especifica.

El la presionaba con precisién, dejandola completamente inmévil, y cada intento de resistencia era devorado por él sin piedad.

El tirén y los mordiscos en su cuello, el temblor tras el roce de su piel, todos estos elementos se combinaban, agotando casi toda la energia de Alicia.

El miedo que habia experimentado esa noche habfa desmoronado por completo toda su paciencia y su fachada de fortaleza.

Los ojos le ardian, llenos de lagrimas.

“Octavio... no hagas esto... tengo miedo...” El cuerpo de Octase estremecié repentinamente y sus labios atin presionaban su cuello, pero sin moverse.

La voz temblorosa de Alicia llevaba consigo un claro tono de llanto y queja.

“Israel casilastima esta noche... ;ti también quieres lastimacomo é[?” Octase retiré lentamente, bajando la mirada hacia ella.

Sus ojos todavia estaban enrojecidos por la rabia, pero la ferocidad y la brutalidad parecian haberse calmado.

Las lagrimas incontrolables de ella rodaban por sus mejillas, y la mirada de Octaseguia su trayectoria, finalmente enfocandose en su barbilla caida.

Descansaban sobre el prominente monticulo delante de ella.

Su piel blanca reflejaba una ligera aurora bajo la luz.

Sus ojos se oscurecian ligeramente.

Ella parecia asustada, profundamente dolida; su clavicula se expandia y contrafa irregularmente, y el sonido de su sollozo hacia pensar que era la persona mas agraviada del mundo.

1/5 12:37 Capitulo 1989 Asi lo sentfa Octavio.

Un dolor tan profundo que no podia ser mas intenso.

La ferocidad dentro de él era sofocada por esa apariencia tierna y débil de ella.

Extendid la mano para limpiar las lagrimas de su rostro, notando cémo sus pestafas temblaban al tocarla. A pesar de la humedad de sus manos.

El se incliné hacia ella, apoyando su frente contra la de ella.

Su voz estaba ronca y profundamente baja, “Lo siento.” Los ojos de Alicia temblaron, todavia con lagrimas en las pestafas.

La ferocidad del momento anterior, la ternura de este en este momento.

(Qué dia era hoy que incluso Octamostraba un lado que ella nunca habia visto? “Sal, necesito ducharme.” Después de mucho tiempo, cuando percibié que Octaya no emanaba esa aura peligrosa, asi que hablé en voz baja, tartamudeando entre palabras.

Octala mird y dijo suavemente: “Te ayudo a banarte.” “Puedo sola.” Alicia estaba llena de resistencia, pero Octano siguié insistiendo y su mirada pasé brevemente por sus pies recién lastimados.

“Te doy quince minutos.

Dicho esto, la solté.

El estaba completamente empapado, cogié una toalla y comenzé a secarse el cabello mientras salia del bafio.

Alicia esperd hasta que lo salir realmente del baantes de relajarse por completo, ajusté la temperatura del agua y se quit la ropa.

Quince minutos después, salié del bay encontré a Octaparado junto a la ventana, con ropa limpia que parecia un poco grande para él.

Al escuchar la puerta del baabrirse, se gird, y su hermoso rostro, antaferoz, ahora reflejaba una calma madura y distante.

Al verlo, avanzé hacia ella con zancadas largas, inclindndose para levantarla y colocarla en la cama.

“¢Te has vuelto adicto a cargahoy?” 2/5 12:37 Capitulo 1989 El malestar fisico y el dolor en sus pies aclararon mucho sus pensamientos.

En ese momento, ambos habian vuelto a ser quienes eran al principio.

Octase agaché en sileny levantd su pie sobre su rodilla, retirando el vendaje ya mojado y le limpi6 la herida antes de aplicarle un vendaje nuevo.

Alicia también observaba en silencémo él trataba sus pies.

“iY Mireia? ;La dejaste simplemente alli, tirada?” La tranquila voz de Alicia rompid el silende la habitacién.

Octavio, inexpresivo, colocé su pie en las pantuflas que estaban en el suelo.

“i Dos bofetadas fueron suficientes para calmarte?” Alicia solté una risa fria, “;Realmente crees que eso es posible? Por lo de esta noche, le cobraré toda la vida.” “Entonces, ;por qué te preocupas por ella?” Octase puso de pie y cogi6 el secador de pelo de la mesita de noche.

Alicia lo miré fijamente y dijo: “Solopreocupo por mi misma.” Octaencendié el secador de pelo, silencioso, pero con un célido soplo de aire.

Alicia dejé que él la ayudara a secar el cabello.

“Aunque mi aparicion fue un accidente y casi arruina tus planes, podria disculpapor eso, pero al final solo remplacé a Mireia en tu plan, que de todos modos se cumplié. Asi que no veo la necesidad de disculparme.” La mano de Octaque sostenia su cabello se detuvo repentinamente.

“Probablemente es porquegustas demasiado, que siempre encuentro razones para tus acciones y luegoconvenzo a mi mismo.” “Desde queescondi en el baesta noche, he estado pensando, ;por qué las cosas terminaron de esta manera hoy? Sabes que Israel estaba cortejando a Mireia. La trajo hoy supuestamente para cuidar de ella, pero terminé empujandola hacia Israel.” “Le diste algo en su bebida, ;verdad? El no parecia simplemente estar ebrio, ese camarero era uno de tus hombres, ;no? Trajiste a Mireia esta noche, no solo para usarla en la fiesta, sino también para lograr tus propios objetivos, cierto?” Alicia mantuvo una calma exterior, pero por dentro estaba temblando.

Tal conjetura surgi6 en el bafo del hotel y la derribé varias veces.

3/5 12:37 m Capitulo 1989 Luego lo pensé de nuevo en el auto mientras regresaba a casa y, justo ahora, en el bafio, considerd incontables posibilidades.

La Unica conclusion légica que pudo encontrar fue esa.

No queria creerlo.

Octapodria ser bastante despiadado y sin escripulos.

Aunque detestaba a Mireia, el hecho de que el hombre que le gustaba la usara de esa manera... no queria ni pensar cémo se sentiria al descubrir la verdad.

“iLa estds compadeciendo?” Octala miré con indiferencia, continuando con su tarea.

Alicia se irbnicamente, “;Estoy loca? ;Compasion por ella? Solo estoy pensando que..." “Piensas que soy aterrador. Tal vez un dia te haga algo similar.” Octala interrumpid, su voz sonaba neutral mientras explicaba.

Alicia se qued6 en silenpor un momento, “Tambiénpreocupa que si esta noche Israel realmente logra su objetivo con Mireia, te sentirfas culpable y te responsabilizarias por ella para siempre.” “No lo hard.” Alicia sonrié, “Entonces es eso.” Asi que si algo le pasara a Mireia, Octanunca la abandonaria.

Si por alguna “deuda de gratitud” pudo aceptar la demanda de su padre de estar con ella, entonces no podria ignorar a una mujer a la que él habia arruinado.

Los dedos de Octase deslizaron por su cabello, agarrando suavemente el lado de su oreja y atrayéndola hacia él.

Se incliné para mirarla de cerca, con los ojos eran negros y profundos como un abismo sin fondo.

“Tienes miedo, jverdad? Soy despiadado y violento, por eso tienes miedo.

(Te parece que soy un hipdcrita, un lobo con piel de oveja, muy diferente del hombre que siempre has querido? (Quieres terminar conmigo?” Su tono era bajo y algo suave, pero parecia ocultar un peligro inexplicable.

Como si en este momento, si ella asintiera y dijera que queria terminar, él podria aplastar su cabeza al instante.

4/5 12:37 Capitulo 1989 Alicia cerrd los ojos, apenas ocultando su cansancio, “El miedo ya paso. Estoy agotada, en este momento y necesito descansar. Después de todo, usarla y dejarla tirada no es algo bueno. Ve a buscarla y llévala a casa.” Dicho esto, aparté su mano y se meti6 bajo las mantas.

Octala observaba desde el borde de la cama, su mirada era oscura y fria.

Ella lo estaba empujando hacia afuera.

Antes de esta noche, incluso hace dos horas, ella habia sido particularmente reacia a que Mireia y él estuvieran demasiado cerca en cualquier sentido.

Ahora, ella sorprendentemente le pidié que fuera a buscarla.

“iQuieres terminar conmigo?*, pregunté de nuevo el hombre.

Alicia con los ojos cerrados, respondid: “No lo sé, jnecesitas una respuesta ahora mismo? Si es asi, puedo pensar en ello ahora.” Octala observé en silenpor un largo rato antes de responder lentamente: “No. Ve a dormir primero.”